La elección de los colores es clave para construir la personalidad de nuestro hogar. Jugar con los tonos nos ayuda a definir ambientes y crear una identidad propia en cada habitación, permitiéndonos explorar nuestra creatividad y sacar provecho a cada estancia. La cerámica nos permite todo esto.
La cerámica ofrece una extensa gama de colores y cada temporada tenemos combinaciones nuevas para todos los gustos.
Desde las tonalidades más energéticas, a los neutros clásicos, tanto las texturas pulidas como los acabados desgastados. Resurge el color con más posibilidades que nunca para dotar a tu hogar de personalidad y transformar por completo los espacios.
Tonalidades
Apostar por colores de una misma tonalidad es una manera de aportar a la habitación amplitud y mucha luz, ya que contribuye a crear atmósferas envolventes.
Si además combinamos el suelo y los revestimientos en torno a una misma gama cromática, se consigue el efecto de dilatación del espacio, sin saturar la habitación cargando toda la fuerza en un único color. Como resultado, lograremos ambientes livianos, etéreos y con mucha identidad.
Desgastados
La sensación del paso del tiempo es otro de los rasgos que aportan personalidad a la estancia y para ello, podemos ayudarnos de baldosas con acabados más artesanales y exclusivos.
Los colores se suavizan debido al efecto de desgaste, y resulta más fácil la integración de las tonalidades en la estancia.
Jugar al contraste con la cerámica
El suelo es uno de los elementos más importantes de la estancia, porque centraliza gran parte de la atención visual. Combinar colores complementarios en las paredes, el mobiliario y el suelo ayuda a equilibrar la fuerza de las tonalidades.
Una buena opción es apostar por las cerámicas de colores neutros: blancas, grises y marrones, con contrastes de pigmentación en el trazo que aportan más textura y luz a la superficie.
Focos de luz
Los colores neutros siguen siendo el color por excelencia para revestir las viviendas, pero confiar en los focos de color es una apuesta segura para aportar al espacio luminosidad y sofisticación.
Los suelos de inspiración vintage son idóneos para este fin, ya que combinan varias tonalidades en cada pieza. Este contraste aporta la fuerza y la alegría que buscamos en ambientes como la cocina o el salón, donde los tonos neutros ya no son los únicos protagonistas.
Si quieres que te ayudemos con la combinación de texturas, colores y personalidad de tu hogar, acércate y conozcámonos.